Benny Rodríguez
En la red social Facebook mi amigo, hermano,
compañero de tesis y de graduación José Corniell colgó el título que sostiene
esta reflexión acerca del metro del suroeste: Monte Grande.
Particularmente, pienso, como así lo cree
mucha gente, que como a Rafael Matos Féliz nos gusta enredarnos entre las patas
de los caballos, que esta parte del país, históricamente olvidada por los
distintos gobiernos no le duele a nadie, muchos menos a la gente que está en el
poder.
En la construcción de la presa de Monte
Grande es en donde los que vivimos en esta parte del país hemos cifrado
nuestros anhelos, nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestras posibilidades
de desarrollo definitivo, una aspiración que viene de décadas.
Nuevamente, y con razón, las organizaciones
de la zona, incluida la Iglesia Católica en la persona de su más alta
representación, el obispo Rafael Leónidas Felipe Núñez, se han levantado para
exigirle al gobierno y particularmente al presidente de la República, quien es
de la zona, para que como lo ha manifestado el senador peledeísta Eddy Mateo
Vásquez, no rompa los sueños y las aspiraciones de los hombres y mujeres de
esta región Suroeste.
Aspiramos a que el mandatario, quien mejor
que él que conoce de nuestra necesidades, nuestras debilidades, nos sorprenda y
en una época del año como es Navidad, en donde se nos invita a la unidad
familiar, a la compresión y a la solidaridad entre todos y todas, anuncie al
país que los US$ 100 millones de dólares que requiere el proyecto para no
pararse como lo está en estos momentos, están garantizados para el próximo año
2015.
No nos haga pensar, Señor presidente Danilo
Medina, como se explica en el título la presa de Monte Grande: “el metro del
Suroeste”, que ha sido el único charco que a usted le ha sido difícil brincar.
El
autor es periodista y secretario general del CDP Barahona
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