La Revolución de Abril de 1965 fue uno de los acontecimientos militares mas trascendental del siglo XX en República Dominicana.
Por Welnel Dario Feliz
La rebelión de abril fue uno de los acontecimientos bélicos más importantes del siglo XX en el país. Aunque en un principio no fue un movimiento nacional, sino muy exclusivo de la ciudad de Santo Domingo, incluyó a grupos militares, políticos, sociales y económicos, de allí que su impacto colateral arropó a todo el país.
La causas de la rebelión fueron varias. Los alegatos justificadores y legitimadores fueron la vuelta a la constitucionalidad perdida en 1963, de allí que se denominó “Movimiento Constitucionalista”. Era una causa sentimentalista que concitaba el apoyo del pueblo, principalmente de jóvenes empoderados de los aires transformadores que soplaban en América. Para otros, principalmente para los militares y grupos económicos, fue una lucha de intereses, por el reposicionamiento dentro de las filas castrenses y el control de los negocios del país.
Mientras que los que encabezaban el movimiento en Santo Domingo incitaban a las masas reclamando el respeto por el sistema constitucional y la vuelta al poder del gobierno legal y legítimamente constituido en 1963, las voces contrarias y golpistas contraatacaron las acciones negando tales objetivos y propagaron la idea de que el movimiento buscaba instaurar en el país al comunismo. Tal criterio fue el que arguyó el gobierno de los Estados Unidos para el envío de tropas de la Fuerza Interamericana de Paz para lograr la pacificación de la ciudad.
Si bien que el movimiento fue apoyado por muchos, no todo el país se plegó de lleno a él. Hasta ahora, pocos estudios han enfocado la rebelión y guerra de abril desde el punto de vista social y su apoyo y efecto en todo el territorio. Más bien se enfocan situaciones políticas y los hechos con mucha incidencia en los habitantes de Santo Domingo. Todo indica que en definitiva, una mayoría del pueblo por lo menos no reaccionó ante el movimiento y líderes locales hicieron mutis ante él. Otros, incluyendo autoridades, reaccionaron contra el mismo, imbuidos por los criterios que hizo propagar el denominado “Gobierno de Reconstrucción Nacional”.
Posición asumida por el Ayuntamiento de Cabral
Las autoridades del municipio de Cabral del 1965 fueron de las que se enmarcaron en el denominado “Gobierno de Reconstrucción Nacional”.
El 19 de mayo, el presidente del ayuntamiento y el síndico firmaron una resolución en la cual rechazaban el movimiento considerándolo como comunista y condenó a los malos dominicanos, citando como tales a Juan Bosch y a Francisco Alberto Caamaño, a los que llamó secuaces acusándolos de que habían sumido nuestra Patria en el dolor, la desesperación y la muerte. El ayuntamiento entendía que el levantamiento respondía a toda una red internacional comunista, situando a Bosch y a Caamaño como mensajeros de Moscú, Pekín y la Habana.
La resolución, las autoridades elogiaron y agradecieron a las fuerzas armadas por su pronta actuación, para evitar se cristalizaran el propósito de los indicados líderes político y militar quienes querían hacer de nuestra patria, una segunda cuba.
Expresaron así, Que las grandes mayorías de este municipio han expresado su anhelo por una pronta solución a los granes (sic) problemas que afectan nuestra patria, por lo cual respaldaron constitucionalmente toda acción que se pueda tomar para solucionar este estado de cosas, a fin de llevar a la gran familia dominicana, la tranquilidad anhelada.
En ese entonces, el presidente del ayuntamiento era Juan Bautista Féliz, el vicepresidente Virgilio Féliz Nona, acompañados de Elías Fernández y Manuel E. Féliz, siendo Síndico Julio César Marmolejos.
Aunque puede considerarse que tal resolución respondió al criterio de dependencia gubernamental del ayuntamiento, la misma señala el concepto que muchos tenían de la rebelión y la falta de apoyo generalizado hacia la misma. De hecho, se conoce poco de acciones o decisiones populares escenificadas en Cabral y pueblos aledaños en apoyo al movimiento constitucional.
He aquí la transcripción completa de la resolución:
Resolución #11
Considerando: Que el pueblo del municipio de Cabral es esencialmente democrático y cristiano.
Considerando: Que gracia (sic) a la pronta actuación de las fuerzas armadas (sic), los mensajeros de Moscú, Pekín y la Habana no cristalizaron sus propósitos de hacer de nuestra patria, una segunda cuba.
La rebelión de abril fue uno de los acontecimientos bélicos más importantes del siglo XX en el país. Aunque en un principio no fue un movimiento nacional, sino muy exclusivo de la ciudad de Santo Domingo, incluyó a grupos militares, políticos, sociales y económicos, de allí que su impacto colateral arropó a todo el país.
La causas de la rebelión fueron varias. Los alegatos justificadores y legitimadores fueron la vuelta a la constitucionalidad perdida en 1963, de allí que se denominó “Movimiento Constitucionalista”. Era una causa sentimentalista que concitaba el apoyo del pueblo, principalmente de jóvenes empoderados de los aires transformadores que soplaban en América. Para otros, principalmente para los militares y grupos económicos, fue una lucha de intereses, por el reposicionamiento dentro de las filas castrenses y el control de los negocios del país.
Mientras que los que encabezaban el movimiento en Santo Domingo incitaban a las masas reclamando el respeto por el sistema constitucional y la vuelta al poder del gobierno legal y legítimamente constituido en 1963, las voces contrarias y golpistas contraatacaron las acciones negando tales objetivos y propagaron la idea de que el movimiento buscaba instaurar en el país al comunismo. Tal criterio fue el que arguyó el gobierno de los Estados Unidos para el envío de tropas de la Fuerza Interamericana de Paz para lograr la pacificación de la ciudad.
Si bien que el movimiento fue apoyado por muchos, no todo el país se plegó de lleno a él. Hasta ahora, pocos estudios han enfocado la rebelión y guerra de abril desde el punto de vista social y su apoyo y efecto en todo el territorio. Más bien se enfocan situaciones políticas y los hechos con mucha incidencia en los habitantes de Santo Domingo. Todo indica que en definitiva, una mayoría del pueblo por lo menos no reaccionó ante el movimiento y líderes locales hicieron mutis ante él. Otros, incluyendo autoridades, reaccionaron contra el mismo, imbuidos por los criterios que hizo propagar el denominado “Gobierno de Reconstrucción Nacional”.
Posición asumida por el Ayuntamiento de Cabral
Las autoridades del municipio de Cabral del 1965 fueron de las que se enmarcaron en el denominado “Gobierno de Reconstrucción Nacional”.
El 19 de mayo, el presidente del ayuntamiento y el síndico firmaron una resolución en la cual rechazaban el movimiento considerándolo como comunista y condenó a los malos dominicanos, citando como tales a Juan Bosch y a Francisco Alberto Caamaño, a los que llamó secuaces acusándolos de que habían sumido nuestra Patria en el dolor, la desesperación y la muerte. El ayuntamiento entendía que el levantamiento respondía a toda una red internacional comunista, situando a Bosch y a Caamaño como mensajeros de Moscú, Pekín y la Habana.
La resolución, las autoridades elogiaron y agradecieron a las fuerzas armadas por su pronta actuación, para evitar se cristalizaran el propósito de los indicados líderes político y militar quienes querían hacer de nuestra patria, una segunda cuba.
Expresaron así, Que las grandes mayorías de este municipio han expresado su anhelo por una pronta solución a los granes (sic) problemas que afectan nuestra patria, por lo cual respaldaron constitucionalmente toda acción que se pueda tomar para solucionar este estado de cosas, a fin de llevar a la gran familia dominicana, la tranquilidad anhelada.
En ese entonces, el presidente del ayuntamiento era Juan Bautista Féliz, el vicepresidente Virgilio Féliz Nona, acompañados de Elías Fernández y Manuel E. Féliz, siendo Síndico Julio César Marmolejos.
Aunque puede considerarse que tal resolución respondió al criterio de dependencia gubernamental del ayuntamiento, la misma señala el concepto que muchos tenían de la rebelión y la falta de apoyo generalizado hacia la misma. De hecho, se conoce poco de acciones o decisiones populares escenificadas en Cabral y pueblos aledaños en apoyo al movimiento constitucional.
He aquí la transcripción completa de la resolución:
Resolución #11
Considerando: Que el pueblo del municipio de Cabral es esencialmente democrático y cristiano.
Considerando: Que gracia (sic) a la pronta actuación de las fuerzas armadas (sic), los mensajeros de Moscú, Pekín y la Habana no cristalizaron sus propósitos de hacer de nuestra patria, una segunda cuba.
Considerando: Que el gobierno de reconstrucción nacional, basada (sic) en los principios democráticos que le dieron origen, se ha impuesto la noble y urgente tarea de reconstruir el país (sic) y propiciar unas elecciones, en un tiempo prudente cuyos resultados (sic) sean de la plena voluntad del pueblo.
Considerando: Que las Fuerzas armadas (sic) y el gobierno de Reconstrucción Nacional han agotado todos los esfuerzos para lograr una solución pacífica, encontrando sólo incomprensión y escarnio en la facción disidente.
Considerando: Que las grandes mayorías de este municipio han expresado su anhelo por una pronta solución a los grandes (sic) problemas que afectan nuestra patria.
Ayuntamiento del Municipio de Cabral, en uso de sus facultades legales resuelve:Artículo primero: Repudiar la doctrina atea y totalitaria del comunismo y condenar los malos dominicanos que como Juan Bosch, el coronel Caamaño Deñó y sus secuaces, han sumido nuestra Patria en el dolor, la desesperación y la muerte y responsabilizarlos por todos los males que puedan sobrevenir a nuestro pueblo.
Artículo segundo: Felicitar las Fuerzas Armadas por su patriótica actuación, al rescatarnos de las manos del comunismo internacional; al gobierno de Reconstrucción Nacional, por la patriótica responsabilidad asumida en estos momentos decisivos para la patria.
Artículo tercero: Respaldar constitucionalmente toda acción que se pueda tomar para solucionar este estado de cosas, a fin de llevar a la gran familia dominicana, la tranquilidad anhelada.
Dada en la sala de sesiones del ayuntamiento del municipio de Cabral, a los 19 días del mes de mayo del año 1965, año 122 de la independencia y 102 de la Restauración.
Julio César Marmolejos
Síndico Municipal
Juan Bautista Féliz
Presidente del Ayuntamiento
Virgilio Bienvenido Féliz
Secretario
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