Por: Wellington A Pérez
Los
comerciantes del municipio de Cabral hacen su agosto en Semana Santa sin embargo
son los que menos aportan a la causa de tal alta expresión cultural.
En los
últimos tres días de la Semana Mayor el pueblo se agita en todos los órdenes
provocando esto un movimiento de la economía en sus diversos escenarios, desde
la que vende el café hasta el mayor comercio reciben ganancias esperadas en
estos días de carnaval, tanto de los cabraleños ausentes, visitantes y los que
están de paso obligatorio por dirigirse otras poblaciones.
Pero a la
hora de la colaboración con el carnaval solo unos cuantos dicen presentes con
sus aportes para el desarrollo del escenario que provoca un aumento en sus
ganancias comerciales.
Desde ya
inician las reservaciones en las habitaciones de los hoteles, los residentes
inician la colocación a la vista de colchones y camas porque los que vienen desde la capital y
otros puntos del país siempre exceden el inventario de las camas habituales del
hogar.
El que visita
el pueblo por primera vez quiere repetir una vez más ya que la afabilidad de
los moradores y la acogida es sinigual, en estos días se inicia ya la
fabricación de foetes, caretas y disfraces.
Por estas razones es que los comerciantes
tienen que hacer mayores aportes al medio que les permite tener ganancias
sustanciales en tan poco días.
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