Tres amigas tenían que entregar un trabajo en grupo para
la universidad, algo común en la vida de cualquier estudiante. Ese día, el
celular y notebook, preciadas herramientas de nuestros tiempos, se pusieron de
acuerdo para jugarles una muy mala pasada: las baterías se agotaron,
no pudieron cargarlas y por ende, no pudieron rescatar el trabajo para
entregarlo a tiempo, a pesar de que lo tenían listo. La frustración y rabia
hacia la tecnología que todos hemos tenido, la convirtieron en motivación para crear
una solución única en el mundo, que podría revolucionar el acceso a la
electricidad.
Carolina Guerrero, Camila Rupcich y Evelyn Aravena decidieron que
necesitaban alguna forma de cargar sus aparatos electrónicos desde otra fuente
que no fuera la red eléctrica, y luego de varias investigaciones, lo
encontraron frente a sus narices: las plantas. Así fue como diseñaron E-Kaia, un
cargador de celulares, tablets y otros aparatos USB que se “enchufa” a las
plantas.
Sí, tal como suena, porque este dispositivo portable y liviano se
aprovecha de la fotosíntesis y toma la energía residual vegetal para
convertirla en energía eléctrica, según explican en Empresas Eléctricas A.G.
E-Kaia es único en el mundo y notablemente eficiente, ya que con tan
solo una planta bien cuidada,consigue energía suficiente para cargar un celular,
mientras que otros dispositivos necesitan al menos 100 m2 de
plantas. Esto, gracias a que crea un circuito bajo tierra, que genera 5 voltios
y 600 miliamperios, todo esto sin dañar la planta. Los
detalles de la tecnología son secretos, pues aún se encuentra tramitando su
patente, pero ya ha obtenido fondos de importantes concursos de innovación que
confirman que funciona.
Contrario a las sospechas, su capacidad de carga es bastante
rápida si la comparamos con la electricidad convencional, ya que tan
sólo en una hora y media puede dejar nuestro celular completamente cargado.También
puede cargar cualquier otro dispositivo como reproductores, parlantes y
tablets.
De este modo, no solamente soluciona un problema que todos hemos tenido:
quedarnos sin batería en el celular (y siempre en emergencias), sino que abre
una puerta a la utilización de recursos naturales en la tecnología, manteniendo
la calidad energética y preservando el medio ambiente.
Luz vegetal: más allá de un celular
E-Kaia ha significado hasta hoy 6 años de trabajo de estas tres
ingenieras y la propuesta ha sido galardonada por destacados premios
como Jump UC con el apoyo de CORFO y el Premio Nacional a la
Innovación Avonni 2014 por su innovación y solución de gran impacto.
Guererro, Rupcich y Aravena han pensado cómo hacer de su creación un
producto masivo que pueda adquirirse en tiendas, pero están proyectándose más
allá de eso.
Ya llevan más de un año trabajando
“para brindar aún más energía, ya que el prototipo inicial es
para dispositivos de bajo consumo, como celulares, LED, una lámpara de
escritorio o un ventilador. Sobre el diseño, la idea es que sea más
bonito, para hacerlo comercializable, también que sea portable y
resistente, para que pueda usarse sin restricción. Lo bueno es que no
existe algo similar en el mundo, por lo que tiene mucho para crecer y ayudar
sin dañar el medio ambiente”, asegura Evelyn.
E-Kaia no solamente saca de apuros a quienes no tienen un enchufe a mano,
sino que podría ser una solución masiva para zonas que tienen acceso
limitado a la energía. Y más allá de cargadores, podría ser una
tecnología que transforme a las plantas en fuente permanente de electricidad,
ofreciendo luz eléctrica para emergencias o para iluminar habitaciones.
Hoy la tecnología de E-Kaia se puede utilizar sin problemas para
encender una pequeña luz LED e iluminar una habitación, permitiendo reemplazar
velas o luces de batería en casos de emergencia o para necesidades básicas de
alumbrado.
“Chile es un país en constante necesidad energética por problemas
naturales, así que desde ese punto de vista, también somos una buena solución”, comenta Carolina. Nos
cuenta también que están investigando en cómo obtener más energía a partir de
los vegetales y observando si es posible crear un dispositivo más potente.
Otro de los proyectos en mente, es diseñar plazas públicas
autosustentables. Trabajar en conjunto con una municipalidad para
iluminar a partir de las mismas plantas que hay en el lugar, un trabajo que sea
un bien para la gente y que además sea sustentable y cuide el medioambiente.
Los alcances de esta tecnología tienen gran potencial y por eso
actualmente estas ingenieras trabajan en la masificación de E-Kaia.El
costo de venta del cargador aún no lo han podido calcular, ya que están
investigando nuevos materiales que cumplan los requisitos y sean más
económicos, pues el primer dispositivo tuvo un valor de alrededor de 350 mil
pesos.
Ya se encuentran tramitando la patente en Chile y este
2015 están trabajando gracias al financiamiento de CORFO. Además están en
contacto con una consultora para captar inversionistas y otros apoyos
financieros que permitan llevar esta tecnología a las grandes ligas.
Fuente: El Definido
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