Por: Silvio Arzeno Jerez
SANTO DOMINGO.- La amenaza para el país se ha disipado con el paso de los días, el pueblo dominicano demostrando su gran sabiduría, buen tino y su renovada esperanza en un porvenir promisorio para la patria ya lo tiene decidido, en las elecciones del próximo 20 de mayo, el PPH y su candidato presidencial Hipólito Mejía, no pasarán, no contarán con el respaldo de la inmensa mayoría de los votantes y en consecuencia, no tienen posibilidad alguna de volver al gobierno y arruinar la nación.
La tendencia reflejada por las encuestas serias que sitúan la candidatura de Danilo Medina en constante crecimiento y por encima de su contendorpepehachista, los altos niveles de simpatía y apoyo que concita el candidato del PLD y el Bloque Progresista, la calurosa y entusiasta acogida que los dominicanos de todos los extractos sociales, en particular los marginados y excluidos, le han dado a su progresista programa de gobierno que pone al ser humano y sus necesidades en el centro de la acción gubernamental, así como las potentes manifestaciones de respaldo popular recogidas en sus recorridos por toda la geografía nacional, serán convertidas en votos en apenas algunos días elevándolo a la categoría de presidente de todos los que habitamos este querido terruño.
Y no podía ser de otra forma, los dominicanos tenemos muy buena memoria y recordamos con pesar, el traumático período de gobierno que realizó Hipólito Mejía en el período 2000-2004 de tan nefastas consecuencias para la patria.
No puede pasar, ni volver a gobernar un candidato que desde el gobierno demostró incapacidad y poca preparación para regir los destinos del país, que lo arruinó económicamente aumentando de forma alarmante la pobreza, deteniendo el desarrollo, quebrando los bancos, aumentando la inflación y el desempleo, llevando la tasa del dólar al 60 por uno y espantando a los inversionistas criollos y extranjeros; que introdujo irresponsablemente la chercha y el relajo en los asuntos de Estado, impulsó la corrupción y fue el hazmerreír en foros internacionales haciendo el ridículo con sus incoherentes intervenciones.
Un candidato que ha propiciado la división y enfrentamiento en su propio partido arremetiendo contra el sector institucional del mismo; que ha tratado de crear crisis en la Junta Central Electoral a la que no deja tranquila; que se ha declarado admirador del Dictador Trujillo y emulador de sus acciones de fuerza; que ha llamado a los productores agrícolas a no pagarles al Banco Agrícola del cual son socios, que ha declarado que no pagará las deudas del Estado con los suplidores desconociendo el principio de la continuidad Estatal, no puede pasar, ni volver a gobernar.
Un candidato que en vez de técnicos calificados envió a la JCE a diecinueve ex militares de altos rangos a custodiar el Padrón Electoral; que mandó a la guerra de Iraq a 500 soldados dominicanos; que no tiene una propuesta de gobierno confiable ni creible; que se rajó del debate que organizaba la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE) conocedor de que no tiene capacidad para debatir con Danilo Medina; que tira discursos contra la corrupción y aumentó en decenas de millones de pesos su fortuna al salir del gobierno y se ha rodeado de los mismos corruptos que les acompañaron en el 2000-2004 y de otros con sonados expedientes de corrupción; que alentó conspiraciones contra el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y condenó a Cuba como violador de los derechos humanos; un candidato que exhibe la misma agresividad, incoherencia; lenguaje destemplado y estilo populista de siempre no pasará en las elecciones del 20 de mayo, ni volverá a gobernar la nación .
El autor es dirigente del PTD
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